Arianne Lira
14 de abril de 2021
Palabras Claves: Cosméticos, animales, campañas, experimentos, Ralph, compromiso, empresas, crueldad animal.
Las pruebas cosméticas en animales han ocasionado daños en más de 115 millones de animales por año. Conejos, ratones y cuyos son los principales animales usados en la industria de la belleza, los someten a procesos para testear si los productos causan daños como quemaduras, daño genético, envenenamiento, etc. Estas pruebas maltratan físicamente a los animales, provocan daños en la piel, ojos, defectos de nacimiento, cáncer y un sinfín de enfermedades o alteraciones que provocan sufrimiento en estos seres vivos. En ocasiones se usan hembras en estado de gestación para probar tests con sus fetos y posteriormente asesinar a las madres gestantes, o se dan los casos que los productos que usan son tan fuertes que provocan la muerte instantánea o paulatina de los animales en cuestión.
Hace unas semanas, salió a la luz el cortometraje “Save Ralph” promovido por la organización Humane Society International (HSI). En él se relata la historia de Ralph, un conejo que viene de un linaje que ha sido sometido a pruebas de cosméticos durante varias generaciones. Ralph se ve afectado por los químicos que usan en él, está ciego de un ojo y posee varias quemaduras en su piel, daños en el oído y un aspecto deteriorado. De todas maneras, el ve eso como su trabajo, ya que su fin es servir al ser humano, que es visto como superior. Sin embargo, durante el corto también muestran algunos de sus compañeros de trabajo que ruegan por ayuda mientras son sometidos a procedimientos que los atormentan,
El corto de Ralph busca concientizar a la sociedad sobre el daño que provoca el testeo en animales y muestra de manera muy fría la crueldad a la que se someten millones de animales en la búsqueda del bienestar del ser humano. A pesar de que ya existen varios métodos e ingredientes que son seguros para el hombre y que no necesitan ser testeados en animales varias empresas siguen optando por evadir la responsabilidad social empresarial y producir de maneras que lastiman animales inocentes. Diversos países al rededor del mundo desde principios de los 2000 han prohibido el uso, marketing, distribución o producción de productos que no estén libres de crueldad animal, cada vez son más los que se suman a esta iniciativa y prohíben desde su jurisprudencia realizar este tipo de pruebas.
Es responsabilidad social empresarial que cada organización se comprometa de manera real a no producir o usar dentro de sus lugares de trabajo productos que no estén libres de crueldad animal. Es necesario que se cercioren de tener las inspecciones legales de seguridad o que los productos que utilicen en serio si están probados con entidades fidedignas y den fe de no ser testeados en animales. No solo las empresas que se encuentran en la industria de la belleza tienen la responsabilidad de no usar pruebas con animales, sino que las organizaciones que se encuentren en otros campos y que requieran usar productos con sus trabajadores o distribuirlos, se cercioren de no estar apoyando de manera indirecta las pruebas que son el resultado de sufrimiento de seres inocentes.